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domingo, 6 de enero de 2013

The Master. Nadie parpadea.



La cuestión es ver qué pasa cuando mandas a alguien a la guerra y le pides que se comporte como un bestia en nombre de la libertad, y luego ese tipo vuelve a casa y sigue comportándose igual. Es como enseñar a un perro a atacar al que se acerca, y esperar que cuando un amigo viene a casa se siente en su regazo.
                                                                        P.T.Anderson

24 horas han tenido que transcurrir desde su visionado para ser capaz de redactar la primera línea de esta crítica. The Master no es “fast food”. Hay que madurarla. Y deja poso, como el gran arte. Anderson nos transporta al final de la segunda guerra mundial para narrarnos la historia de Freddie Quell y Lancaster Dodd en una sociedad llena de preguntas y falta de respuestas, como el espectador cuando se apaga el proyector.



Freddie (Joaquin Phoenix) es un excombatiente, trastornado por la bestialidad de una guerra, que se esfuerza por adaptarse en su vuelta al mundo “real”. Tras sus problemas con la bebida -él mismo se la fabrica-, y su incapacidad para reiniciar la vida laboral, encontrará en Lancaster Dodd (Phillip Seymour Hoffman)-gestador en ese instante de la Cienciología- una figura a la que aferrarse , un guía que tratará de curar su dolor. El problema de la fe, es que tan pronto aparece como te da la espalda. Y llegados a este punto, ya no hay vuelta atrás. 


Todo en The Master sabe a gran cine. La dirección de Anderson está a la altura del mejor Kubrick o el mejor Welles. Todas las decisiones que toma las encuentro acertadas. La dirección de actores es magnífica, devuelve a la vida a Joaquin Phoenix –se disputará el Oscar con toda seguridad con Daniel “Lincoln” Lewis- y nos muestra otra piel del camaleónico Seymour Hoffman. La fotografía merece mención aparte gracias a la elección de rodar con una cámara analógica de 65mm. Con esto consigue un aspecto visual propio de los años 50 y 60, similar al de películas como Vértigo o Con la muerte en los talones. 


Pero el mayor mérito del director es su habilidad para construir personajes. Y me explico. Pocas veces hemos visto un personaje tan bien dibujado como el de Joaquin Phoenix y tan bien puesto en escena en su primer acto, un primer acto vertiginoso, prodigioso. Es su mayor don, ¿si consiguió construir un buen personaje con Adam Sandler en Punch-Drunk Love, de qué no es capaz Paul Thomas Anderson? Además, tiene el poder de conseguir que sin simpatizar con ninguno de los personajes seas capaz de sentir todo el dolor que desprenden con su acertado juego de cámara y la utilización de una incisiva banda sonora. Un dolor que no te suelta en su largo (pero nada excesivo) metraje.

Religión, libertad, soledad y relaciones fraternales son los temas principales del film, pero hay otro (dentro de los muchos que esconde) que creo de especial importancia: el papel femenino. Amy Adams, esposa del maestro, juega un papel mucho más importante del que en un principio se puede pensar. Y está esplendida. Una muestra más de que detrás de todo hombre, hay una gran mujer.


Contiene varias secuencias que ya forman parte, en mi retina, de la historia del cine:
 
  1. La primera prueba del tratamiento de Freddie. Un interrogatorio “sin parpadeos” en el que el espectador ya sabe las respuestas (gracias a la genial construcción del personaje). 
  2. La contraposición del discurso racionalista de Dodd con el lado más salvaje de Freddie dejando una nota con carita sonriente.     
  3. Los gritos en unos calabozos.
  4. La esclavitud del paciente en la prueba de la pared y la ventana. 
  5. La escena de la moto, el final metafórico. 
  6. Playa, sexo y alcohol. La presentación del lado más salvaje de Freddie.

En definitiva, nos encontramos con un título que gustará mucho a unos y quizás aburrirá a un público más ávido de distracciones, al sector más palomitero. Mi recomendación es: si vas ver The Master, intenta informarte un poco antes de qué es lo que vas a ver, siempre dejando a un lado las opiniones que puedan influenciarte. Después, deja que pasen unos días, brotarán nuevas sensaciones, nuevas preguntas, nuevos significados. Como ya he dicho: ARTE.

Mi puntuación: 9/10 - Lo que ayer era un 8,5, hoy es un 9. Posiblemente mañana sea un 9,5 ¿llegará al 10?





2 comentarios:

  1. no he leído toda la crítica como ya te dije, pero sí las líneas dedicadas a Amy Adams ;)

    Acabo de ver la lista de nominados a los BAFTA y salvo Seymour Hoffman y la misma Adams, para el resto no ha caído nada. Veremos qué pasa mañana...

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  2. Acabo de llegar del cine :S Decirte que a mi Joaquin Phoenix ha sido quien más me ha convencido, creo que como mínimo se merece una nominación al Oscar. Seymour Hoffman me ha gustado sin más.

    Ahora mismo estoy en un trance brutalíssimo así que nos vemos en 24h cuando haya meditado un poquito. Saludos desde Albacete.

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